El médico infectólogo Miguel Díaz dijo que es inevitable que Ómicron llegue al país, debido a que todas las variantes de coronavirus que han aparecido hasta el momento se han expandido a nivel mundial. Más allá de eso, el también director del Hospital Rawson de Córdoba sostuvo que es prematuro saber si la cepa en cuestión es más letal y contagiosa que las demás, al tiempo que recomendó reforzar la vacunación y tomar medidas para dilatar el ingreso de la nueva versión del virus.
-Aunque tarda un tiempo, cada vez que aparece una nueva variante llega a todos los continentes. Eso es inevitable, producto de la globalización y de los viajes. Sucedió con la primera variante y con la de Reino Unido. En América, sucedió con la variante de Manaos, Andina y ahora con Delta. De esta forma, es inevitable que las nuevas cepas circulen por el mundo. Acá la cuestión fundamental es seguir con algunas medidas preventivas, como se está haciendo ahora, y evitar contagios, a partir del distanciamiento, el lavado de manos y el uso de barbijo. Hay que evitar las reuniones que no son necesarias, airear los ambientes y, sobre todo, vacunarse. La oferta de vacunación es muy amplia. Tenemos un 90% de la población objetivo vacunada con una dosis, pero falta sumar segundas dosis. A la vez, ya tenemos vacunación con tercera dosis en algunos casos, lo que da un poco de tranquilidad.
-¿Es muy prematuro decir qué nivel de letalidad y contagiosidad tiene la nueva cepa y si las vacunas que tenemos son efectivas?
-Sí, todavía es prematuro. No obstante, se sabe que, por las mutaciones que tiene, probablemente la nueva variante sea más contagiosa, al menos, que la cepa original. Con respecto a las vacunas, es muy importante que las personas tengan las dos dosis y que los que están en condiciones de recibir la tercera lo hagan. Lo que sabemos con respecto a las variantes es que, ante la exposición, las vacunas no evitan el contagio, pero sí se evita la enfermedad grave y, sobre todo, la internación, que es lo que satura el sistema asistencial.
-Hace unos días, antes de la aparición de esta variante, usted advirtió sobre la necesidad de que las vacunas lleguen equitativamente a todo el mundo para evitar nuevas cepas. Hoy estamos hablando del surgimiento de otra variante, justamente, en Sudáfrica, un país muy postergado. Esto marca que la distribución no está funcionando a nivel mundial…
-Esa es una verdad a toda luz. El acceso mundial a la vacuna sería lo que evitaría que las nuevas variantes aparezcan. Esta variante aparece en Sudáfrica, un lugar donde la cobertura de vacunas es de apenas el 30%. Sabemos que el acceso a estos programas de salud y de inmunización no es igual en el hemisferio norte que en el hemisferio sur.
-Cuando Delta empezó a cobrar trascendencia a nivel mundial, en Argentina se cancelaron viajes y se hicieron controles estrictos sobre las personas que ingresaban al país, ¿sería conveniente pensar en un esquema de ese tipo para tratar de atrasar la llegada de Ómicron?
-Es fundamental el control al ingreso del país. Es necesario tomar medidas en ese sentido. Más allá de lo dificultoso que resultan este tipo de medidas, son acciones sanitarias que lo que buscan es evitar que la gente se enferme gravemente y que tenga que ser asistida en una unidad de terapia intensiva con el riesgo de morir.
Fuente: Puntal Villa María.