Mientras la Justicia continúa la investigación por la causa de la Generación Zoe, en la que ya son 11 las personas imputadas y detenidas por estafas reiteradas y asociación ilícita presuntamente cometidas en Villa María, las denuncias se suman día a día, de tal modo que no es posible precisar la cantidad exacta.
“Generación Zoe empezó hace ya unos años; como todos saben, Leonardo Cositorto es el dueño y la cara visible. Es oriundo de España y vino a la Argentina, donde empezó a fundar lo que es Zoe con el tema del coaching”, comenzó relatando el hombre.
En esa línea continuó: “Con su visión, Cositorto empezó a ver que no había que pagar para estudiar, sino que, al contrario, nosotros tenemos que brindar la posibilidad de estudio y allí funda la universidad”, dijo.
Cabe aclarar que la organización que opera desde hace cinco años y se presenta formalmente como una compañía de coaching y liderazgo, ofrecía paquetes educativos y hasta criptomonedas.
El supuesto damnificado señaló a este medio que, por medio de gente capacitada en trading (es la especulación sobre instrumentos financieros con el objetivo de obtener un beneficio), comienzan las membresías.
“La gente depositaba plata y recibía ganancias, mientras estudiaba y tenía otros beneficios. Luego empezó como un holding, que es un fondo común de inversión; vos ponés una cantidad de dinero y recibís un porcentaje mensual y mientras tanto estudiabas”,indicó.
El entrevistado aclaró que, si bien no era obligatorio estudiar, estaba la posibilidad disponible para hacerlo sin un costo extra, además de la membresía inicial.
En su relato, el integrante de la empresa local explicó que la organización empezó a crecer y a generar franquicia en diferentes países. “En Argentina había más de 30 oficinas e incluso me atrevo a decir que más”, señaló.
Conociendo Zoe por dentro
“Yo lo conocí hace un año, todavía no estaba el local en la calle Alem 246 sino que funcionaba en la torre Galata ( Bv. Vélez Sarsfield 1170) y ahí conozco a los chicos Claudio y Silvana (por Silvana Fermani y por Claudio Álvarez, dos de los siete prófugos buscados por la Justicia) y por medio de otros amigos que ya habían ingresado antes, me contaron la posibilidad”, manifestó.
Y añadió: “Lo estuve pensando y estudiando, hasta que decidí entrar yo”.
El hombre que prestó su testimonio sostuvo que durante el tiempo que participa se cumplió con lo pactado y no hubo problemas con pagos: “Siempre cumplieron”,dijo.
Ante la consulta sobre los intereses que recibían las personas por participar con una membresía en dólares (7,5% mensual de lo invertido), aseguró que lo recibió siempre. “Incluso tenía conocidos que trabajaban en la parte del trading, que se encargaban de las cuentas, lo lograban por medio de los índices. Tal vez parece algo imposible pero se lograba”, expresó.
“Para ingresar tenías un mínimo que era en principio 400 dólares y después subió a 500, porque las clases tenían un costo de 100 dólares. Si vos ingresabas con el mínimo que mencioné antes, tenías el beneficio del 7,5% y estudios gratis, alguna que otra convención que se hacía viajando a Córdoba u otra zona”, relató. También detalló que había otras membresías más altas, de 1.000, 2.000 y 3.000 dólares por los cuales la persona que aportaba recibía otros beneficios que el entrevistado no supo precisar.
En esta parte del relato el hombre detalló que el ingresó con 500 dólares y habló sobre el proceso de recuperar lo invertido. “Recuperabas con el 7,5%mensual en 10 meses, pero luego hubo un par de famosas promociones que eran estos famosos robots de índices que generabas hasta 280% en siete meses, distribuidos del 25% al 55%, lo cual te ayudaba a generar mayor liquidez y recuperar antes el saldo”, indicó.
“Yo había invertido mucho más que lo inicial después porque vi las probabilidades y había otros beneficios como un bono cuatrimestral que se cumplió todo”, señaló.
Fuente: Puntal Villa María.