El reclamo, aunque resulte curioso, es real. En barrio Lamadrid una familia denunció a un vecino por “hacer asados todos los días”. La Defensoría del Pueblo dijo que el conflicto se da entre dos personas que viven en casas contiguas.
Una vecina presentó formalmente una queja en las oficinas de Defensoría tras “cansarse de golpear” la puerta de su vecino y solicitarle que deje de comer asados. El enojo no se debe al humo que pueda generar encender el fuego y que llegue al patio de otra casa. Tampoco por los posibles ruidos fuertes ocasionados por una juntada entre varias personas. La bronca es, literalmente, por hacer asados todas las noches o noche de por medio.